El C.D. Castellar convoca a su jugador número 12 ante el Tugia Juego Limpio

Cada partido es un tablero de ajedrez en el que, en lugar de 16 piezas, nos encontramos sobre el tapiz con once jugadores dispuestos a darlo todo para conseguir esos puntos decisivos que lleven al equipo a lo más alto. Como compañero inseparable,les acompaña desde la grada otro “compañero más”. Juega de titular y durante 90 minutos seguidos: la afición no descansa jamás

No sé si habéis estado alguna vez en un campo de fútbol vacío… creo que hay pocas cosas más silenciosas. Aquí ocurre lo mismo. Cuando las puertas del Municipal san Benito se abren, y comenzamos a preparar lo que se nos viene encima en apenas una hora, el silencio es el reinante en el césped. Todo es silencio y quietud… un silencio tenso, a la espera de las brigadas blanquiverdes.

Se abre la taquilla y poco a poco la gente va accediendo al municipal San Benito, toman posiciones, y comienza a teñirse de color la grada. Suenan los tambores fuera, los cánticos… se ven las sudaderas del Frente Alkuza y las numerosas bufandas del C.D. Castellar Ibero colgando de los cuellos y de las muñecas de numerosos aficionados, unos grandes y otros no tanto, que vienen a arropar a su equipo, a su club, a animar a su familiar, a su vecino o a su amigo. Las caras de los niños vistiendo la camiseta del equipo de su pueblo, es algo difícil de explicar.  Es el equipo de todos, aquel por el que todos los castellariegos dan el do de pecho. Es difícil ver a muchos de acuerdo a la hora de hablar de fútbol, y con el color blanquiverde de la camiseta del Castellar se consigue.

Comienza el partido… Un simple batir de palmas de toda una grada puede provocar que el optimismo recorra las filas de nuestro equipo, al igual que un abucheo puede sembrar el pánico. Es muy fácil sembrar el desconcierto y sacar del juego durante un tiempo a los gladiadores del tablero. 

Que la afición tiene un poder enorme, es innegable. Para lo bueno y para lo malo, y lo que habéis conseguido es que los jugadores tengan ese “poso” de apoyo afectuoso que le habéis dado durante todo este tiempo, y empiezan a saber manejarlo, a saber dosificar se apoyo que les brindáis

La afición blanquiverde es única a la hora de arropar y transmitir ánimos, de levantar al equipo cuando está pasando un mal momento, y se encuentra desanimado o desgastado, y de darle alas para que vuelva a tomar posiciones. No en vano sois la envidia de toda la provincia, porque pocos equipos de esta categoría y de categorías superiores tienen una afición tan fiel

Seguro que si les preguntáramos a los jugadores, dirían que sentir el apoyo que les brindáis domingo a domingo, vuestro cariño y vuestra alegría, hace que salgan con más ganas al campo, a darlo todo, porque está claro que sois y que quieren teneros como aliados. Habéis demostrado que tenéis una entrega absoluta, y queréis que en el campo se haga lo mismo.. que haya un esfuerzo total por parte de los jugadores, que se sude la camiseta hasta el final, y que no se tire la toalla nunca… que jueguen con el corazón, con la mente despezada y centrada en el partido que se está jugando

Como afición queremos ver a nuestro equipo en lo más alto, y no nos cansamos de ver a nuestro equipo ganar, aunque también os digo a vosotros jugadores que hay que recibir de forma positiva el cariño cuando se da, y encajar lo mejor posible las críticas como posibles aspectos a mejorar.

Sigamos dando una imagen impecable tanto dentro como fuera del campo, y sobre todo mantengamos ese “buen rollo” con los seguidores del club rival.

Como afición, debemos ser conscientes del papel que jugamos en la vida de los nuestros jugadores  y la importante influencia que ejercemos, lo que transmitimos. Todos nos hemos sentido más libres para dar lo mejor de nosotros mismos cuando hemos contado con el apoyo incondicional de los nuestros para poder hacerlo. Apliquemos esta empatía con el equipo. Ayudemos a que den su mejor versión, pero desde el apoyo, el cariño y las buenas maneras. Recordemos siempre que somos responsables de lo que transmitimos. Y qué mejor manera de inspirar a un equipo que con alegría, aliento, respeto, emociones positivas y mucha fuerza.

Aquí está la grandeza del deporte. Esto es lo que nos enseña. A superarnos a nosotros mismos, a seguir trabajando cuando las cosas no salen cómo quisiéramos y a dar la cara, a llevarla siempre muy alta. Porque puede que sí, o puede que no, pero se trata de ser excepcional en ambos casos, y suceda lo que suceda, ya hemos hecho historia

Nos visita Tugia, otro escalón más que subir, que de seguro nos va a costar y mucho. Llenemos el San Benito, y arropemos a nuestros campeones

¡AUPA CASTELLAR IBERO!